Las cavilaciones
Cavilar, pensar, repensar, analizar, planear, organizar, cavilar, cavilar, cavilar. Me gustaría, como una vez escribí , tener un maldito botón que pudiera apagar ciertas zonas de mi cerebro, en concreto esas que se pasan las horas vivas convirtiéndolas en horas muertas que no sirven para nada, horas en que mi materia gris se pinta de gris a sí misma y se hace languidecer, llenándose de cavilaciones innecesarias, de planes mentales que fatigan por el simple y llano hecho de que para conseguir un objetivo ya trazado, hay que ponerse manos a la obra en lugar de seguir calibrando y sopesando opciones, hay que pasar a la acción y dejar a la reflexión descansar. Pero no dispongo de ese botón y soy nula, inútil, un cero a la izquierda, en eso de saber parar de pensar y actuar. A mis neuronas les gusta más sentarse en círculo y pasarse la pelota de una a otra, tantear una y otra vez las posibilidades y jugar a varias voces. Y si... Y si... Y si... ¡Caray! Ese "y si..." ya no podemo...