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Mostrando entradas de septiembre, 2015

Atención: obras

Siempre parece una ciudad a medio levantar, como si desde su nacimiento no se hubiera terminado de formar y le faltaran brazos o piernas, o cualquier parte que justificara el volver a erigir grúas y andamios. Una de cada tres calles está poblada por obreros con brazos hinchados sacados por unas semanas de la cola del paro, con piel de moreno albañil, chamuscada y curtida al sol más inclemente de las cuatro estaciones de la miseria. Sus chalecos fluorescentes parecen anunciar días de fiesta pero sólo presagian más ruido, polvo y caos en la circulación. Cuatro apoyados en una pala y otro cavando. Cuatro comiéndose un bocadillo y otro armando masa. Cuatro descansando a la sombra y otro vertiendo el hormigón. Un último en traje de chaqueta y casco blanco supervisa. Al final del día aquel es quien menos gana y éste quien más. Maquinaria de precisión quirúrgica, dispuesta a operar a corazón abierto una y otra vez las entrañas de la ciudad, a sustituir sus intestinos por tuberías nuevas más

Telediario

2 de septiembre, 2015 Hacía días que no ponía el telediario. Esta noche lo he sintonizado y ha sido un tremendo error. Aunque el error no es ése, el error somos la humanidad; la falta de humanidad. El mundo es un monstruo inhumano que se devora a sí mismo. 3 de septiembre, 2015 Anoche me costó muchísimo conciliar el sueño. Cuando estoy en la cama dando vueltas y no me puedo dormir, suelo coger el móvil y navegar por Facebook o Twitter hasta que consigo adormecerme. Pero anoche, lo mismo que me desvelaba aparecía todo el rato en la pantalla, y por más que intentaba por enésima vez no mirar directamente al rostro del horror, era imposible apartar los ojos, imposible deslizar el contenido hacia abajo para negar una realidad que ayer nos escupieron con toda su crudeza a la cara. Era imposible, egoísta e inhumano rechazar esa visión, y aunque me cuestione seriamente los límites morales de qué se debe y qué no se debe mostrar, tal vez tengan razón los que sostienen que hasta que no