Entradas

Mostrando entradas de 2012

Generalisations

Broadly speaking, people usually assume that scientists are introverted and distant, but that boring stereotype does not have a point. On the whole, scientific people have an original sense of humor, and it seems to me that it is in order to achieve a balance between such a serious field and an entertaining life. For instance, if we look at the History of Maths or Physics, we find a lot of funny anecdotes. Some of them might be unintelligible for ‘normal’ people, but in most cases we can get the view. For example, a quick-witted and resourceful mathematician, who was not a big friend of writing letters, sent a telegram to his father-in-law. It was written just “1+1=3”. That was certainly a short way of telling him the good news: he had become grandfather. Of course, there must be always some exceptions, like the unsocial genius Einstein. Not so far in time, we can also take the Ig Nobel Prizes. They reward research projects that “first make people laugh, and then make them think”.

Train number infinite

Time is moving too fast, faster than trains, faster than the Belgian rain, faster than the frozen wind... Why does the time go so fast? Maybe because we have to realize about its value and to use it wisely. Maybe because we spend too much regreting about it instead of living. Maybe because life is wonderful. The leaves in the calendar are running as quickly as gazelles, the leaves of the trees are falling, and there is nothing we can do to stop them. This is the Autumn of our lives. This is a new season called Youth. No decision will be wrong, there will be no mistakes, because we are young and we are just living. I don't want to take the last train, I don't want to waste my time crying for the end of this travel. We just have to enjoy it, breathe it, smile it, feel it. Right now. And everything will deserve it all. Cause life is worth living.

Empatía introspectiva

Aquellos que deseen comprender sus propias vidas deberían conocer las etapas mediante las que sus opiniones y sus costumbres se convirtieron en lo que son... Pretender mirar a la vida moderna de frente y llegar a comprenderla simplemente por introspección, es una filosofía cuyas debilidades pueden ser probadas fácilmente... Es siempre peligroso separar una costumbre de sus lazos con acontecimientos pasado, tratarla como un dato aislado y descartarla simplemente mediante una explicación que resulte plausible. Edward Burnett Tylor

A la tenacidad.

Lo que logres por ti mismo será sólo para ti. Tu empeño recogerá sus frutos, no el empeño de otros. Tu esfuerzo será tu marca, tu recompensa te pertenecerá a ti, y no hay mayor satisfacción que ésa, que saber que no tienes que agradecer nada a nadie, porque todo eso que tienes, es tuyo y de nadie más. Porque no te van a regalar nada, ni vas a encontrarte la sabiduría y la experiencia abandonadas en mitad de la calle. Tendrás que recorrer muchas calles para encontrarlas. Ponte tus zapatos y suda tu sudor. Sé tenaz, imperturbable, decidido. Y ahora corre y vuela y sueña, porque vas a conseguir ese sueño.

El Reto

Si salgo viva de ésta, seré mi propia heroína.

La frontera

Necesito inventar una nueva máquina. Una pequeña, que se coloque detrás de los ojos y pueda grabarlo todo. Necesito recordar cada conversación, cada broma, cada lugar, cada persona, cada aventura. Necesito poder escribirlo todo en la memoria. Necesito esta vida incrustada en el recuerdo.

A la Enseñanza

Imagen
Antes de un viaje largo, conviene ordenar: ordenar el presente, los recuerdos del pasado, ordenar la mente, los cajones, los armarios... Ordenarte para poder marchar libre y sin cabos sueltos, sólo con las preocupaciones que sean imposibles de ordenar. Y ordenando, he encontrado algo que quiero compartir, si lo lee, con un profesor muy especial; especial, porque más que profesor fue amigo y compañero, porque es difícil conseguir un ambiente de enseñanza distendido, cómodo y feliz. Y él lo consiguió. Consiguió Enseñar, en mayúscula, porque nos enseñó muchas más cosas que su asignatura. Gracias por todo Pedro. No puedo más que leer aquella carta llena de cariño y buenos consejos, y acordarme de esos días más tranquilos y fáciles, y sonreír :) ¡Cómo duele! (Rircardo (o Carlos, si éste cantaba más alto) Arjona, una de las canciones de nuestra banda sonora en Dibujo Técnico). Un abrazo enorme de tu alumna.

Ígnea

El día que nació salía fuego de la tierra, y su madre pasó años acariciando la esperanza de que tendría un temperamento aguerrido y fuerte como el de Brighid.

La vereda

Le tiemblan las entrañas y la voz, tiene la frente caliente y su paso es cansado. Se le ha acabado el tiempo. Te pedí que le dijeras que era el momento, que cuidaras de que no se hiciera demasiado tarde, pero no me escuchaste. Nunca fuiste precavido, eres desconsiderado y desordenado hasta la médula. Eres un jodido desastre y ahora se ha estropeado todo. Mírala. Mira como camina por la vereda, a tientas, arañándose con los rosales, aspirando flores muertas. La corona de su cabeza es de espinas, y los cardos le han herido los tobillos, sus sandalias son de sangre.  Mírala, el icono de la muerte, la serpiente exhausta del paraíso, el pecado del olvido que ya no tiene a quien tentar. Mira lo que has conseguido, si tan sólo me hubieras escuchado... Le tiemblan las rodillas y su piel ahora es de alambre; la vereda es aún más gris. Se alarga hasta el ocaso de los días sin fin. Mira su legado, su sombra negra y desenfocada, mira el rastro que ha dejado tras de sí. Sólo tení

Deeping

Alcanzando el fondo del propio fondo.

El trabajo más difícil es el más gratificante

Personal, íntimo, mío, dos puntos y a parte. Elegí estudiar Matemáticas por varias razones, pero la mayoría de ellas las he descubierto con el tiempo.  Fue difícil condicionar de esa forma mi futuro. Sé que todo el mundo ha reflexionado ya muchas veces sobre ello, pero sólo cada cual puede darle la profundidad que tiene para él esa decisión. Yo me planté con 17 años y escribí Matemáticas en mi matrícula, mientras por dentro le lloraba a las Letras y a la Historia que dejaba de lado. He intentado que no se olviden de mí, sin embargo. Yo nunca me olvidaré de ellas, porque son más de la otra mitad de mí. Las Matemáticas son algo que no tiene definición, a mi entender, porque ellas mismas lo son todo, son la propia definición. Su origen griego me da la razón: mathematiké , lo que se aprende. Conocimiento. ¿Cómo querer conocer otra cosa, si las Matemáticas implican aprenderlo todo?  Sin embargo, quizá porque yo no soy una alumna ejemplar ni tampoco mis profesores (no todos) l

Socorro pido

Imagen
Si nos hundimos antes de nadar no soñarán los peces con anzuelos, si nos rendimos para más llorar declarará el amor huelga de celos. La primavera miente y el verano cruza como un tachón por los cuadernos; la noche se hará tarde, tan temprano, que enfermarán de otoño los inviernos. Cuando se desprometen las promesas, la infame soledad es un partido, mejor que la peor de las sorpresas. Si me pides perdón, socorro pido. Si te sobra un minuto, me lo ingresas en el banco de horas del olvido. Joaquín Sabina (Adaptación de uno de mis sonetos favoritos). La persistencia de la memoria, Salvador Dalí.

Insomnio

Los gallos empezaron a cantar bien entrada la noche, a las cuatro menos diez de la madrugada. Las pausas eran constantes, acompasadas por los latidos de mi reloj. Éste enumeraba ovejas que a su vez balaban suspiros de Luna, esquivando tapias y casquetes de bala. Los insomnes a veces matamos corderos, y no necesitamos ningún disfraz de lobo. Los gallos se empeñaban en gritarles irritantes a las estrellas, entes de perspectiva temporal infinitamente distinta. Envidio su edad eterna a los ojos humanos, envidio la carrera celestial de la que hacen gala, sus etapas estelares, su inmensidad ígnea. Pero no envidio los agujeros negros, ellos también me cantan acuciantes en la noche. Los gallos se respondían unos a otros en medio del silencio glacial del resto del lugar; a otro tiempo musical, mi respiración, mi impaciencia onírica. Parecían lobos aullando, lobos hambrientos de ovejas. Pero eran gallos, y querían adelantar el amanecer. Y yo aún seguía despierta.

Días de café y té.

Imagen
—¿A qué le recuerda esta mancha? — Una mariposa en una taza de té rojo. — Está usted loco. — Y usted más.

Al filo del rescate.

"Que nadie lo olvide: si somos millones los que damos un paso, daremos un gran salto". No sé si estamos haciendo oídos sordos, o si son ellos los que nos tapan las orejas con sus manos enredadas de hilos políticos. No sé qué definición tiene hoy el poder, pero sé que no es nuestro, y sé que nos falta mucha conciencia social. Porque en Europa nos creíamos del Primer Mundo, y no somos mejores que nadie. Niños que no tienen para comer y se desmayan en la escuela, trabajadores que se suicidan antes que rebuscar en la basura, gente que duerme y vive en las calles, familias con el apellido Endeudados, enfermos expulsados de los hospitales, padres que no llegan a fin de mes, hijos que no pueden ir a la Universidad. Harían falta cuatro años entregando hasta el último euro que genere este país para saldar la deuda. ¿De qué nación es esa deuda, qué le deben los ciudadanos a un mundo que sólo les pide y no les da? Ésta no es la España en la creí nacer, y sobre todo, no

10.

Imagen
The best sunrise of this mathematical time has appeared in a trip to the Moon. :)

Corazones de papel.

Odio esos pisos donde las paredes parece que son de papel, donde no sabes si es el vecino o tú quien está usando la ducha, donde oyes el ruido de la freidora sin estar cocinando, donde no tienes intimidad. Pero lo que más odio no es eso. Odio sólo una cosa, siempre la misma cosa. Odio escuchar pisadas en el suelo, y que se me encoja el corazón pensando que son las tuyas, pero nunca lo son. Odio escuchar el crujido del colchón y pensar que eres tú que te levantas a buscarme, pero nunca eres tú. Odio que no vengas a buscarme, odio respirar pensando que tú sí me oyes a mí esperarte. Pero nunca atiendes. Odio escuchar movimientos y comprobar que no eres tú el que se mueve, que ya no estás. Odio escuchar el ascensor y pensar ilusa que vuelves, pero nunca vuelves. Odio estar cansada y no poder descansar porque mi corazón de papel sigue inventándose sonidos. Corazón de papel que se dobla con las lágrimas, que se encoge con la rabia. Odio escuchar tantas cosas que no existen. Lo odi

Doctor Honoris Causa

"Imaginación, abstracción, constancia, disciplina, afán de superación, inteligencia. La capacidad de levantarse una y otra vez, la generosidad de permitir que la ciencia y el avance sigan, una vida en torno a los números para llevarlos desde la incomprensión de lo abstracto a algo útil, más cercano. Lápices, folios, tiza, libros, en cantidades infinitas. Materia esquiva, oscura, compleja, que sin embargo da la posibilidad de ser entendida y amada. Ése es el oficio y ésas son las cualidades del matemático. Las matemáticas son ciencia y arte. El matemático es, sin duda, una figura especial, importante. Es un orgullo, es algo distinto." Éstas han sido algunas de las palabras del rector de la Universidad de Murcia hoy, en la primera investidura de un Doctor honoris causa de la facultad de Matemáticas de Murcia. No las olvides.

Decisiones trascendentales

Más vale pájaro belga en mano que ciento volando. Tengo más miedo que otra cosa. P.D.Una bicicleta belga también será necesaria para volar, pero no harán falta tacones.

Huele a granizo

Imagen
El granizo es hielo pequeñito,         que se derrite muy rápido,                 como cubitos en un vaso,                         como cristales en la piel.                                 Los caballos han empezado a correr.                                                               Pero el granizo destruye a su paso,                                         araña tierras, espolea los caballos,                                                 impera bravo a las tormentas,                                                         cristaliza la sangre en la piel.                                                                 El granizo cabalga sobre ellos.                                                                 Se hizo muy tarde para correr.                                                                                                                                     Volver ya no es un regalo.   Moroccan Mares 'Mystic Horses—all grace and beauty, t

Caligrafía anual de agua

Sin darme cuenta, ha pasado un año desde que creé este blog, que a su vez fue sucesor de otro que sí tenía más edad pero menos sensatez. No puedo hablar de madurez, sin embargo, porque al releer aquellos primeros textos que colonizaron este lugar, sigo sintiéndome igual. Basta echar un vistazo a la primera  Caligrafía inicial de agua . Ella sentía que no pertenecía a ninguna parte. Y así era. Cuando le sobrevenía esa sensación, no podía más que sentarse  c on las rodillas cruzadas y la espalda apoyada en el aire y llorar. Llorar hasta que el sonido de los sollozos lo calmase todo, llorar hasta que se le olvidara el motivo por el cual lloraba. Ella sigo siendo Yo. Yo sigo usando las mismas palabras: arañazo, herida, coraza, dependencia, decepción, lágrimas... Yo sigo intentando ordenar la vida y encontrar el principio y el final, el camino. Yo sigo necesitando ese viaje,  en la misma carretera  que describí hace tiempo, sigo necesitando escapar. Sigo sin querer entender e

La primera huida.

"Cuando me busca sin jamás encontrarme, cuando se resigna por fin a bajar los ojos o a apoderarse del cordón para aniquilar la presencia de mi existencia, huye, huye, huye de lo insostenible: su deseo del otro, su miedo de otro." Muriel Barbery , Rapsodia Gourmet Los calendarios han vuelto a teñirse de primavera y los cielos de azul celeste, pero a veces amenazan tormenta. Mi paleta de colores empieza a estar más nítida, más ufana, más Renoir. Yo sigo sin recordar cómo se sujetaba ese pincel, el de la paciencia, el de ralentizar el tiempo; me sigue ahogando la urgencia. Esta emergencia de la piel de respirar otros aires no puede ser sana, la contradicción la oprime, nos oprime a las dos. Pronto me buscarás sin jamás encontrarme, quizás. Y quizás siempre significa un sí. Y yo cerraré los ojos en aquel rincón de la habitación violeta, y me trenzaré el pelo sin sujetarlo con horquillas. Llevaré un sombrero rojo, color fuego, que hará juego con las sombras de

Ruido sin ruido

Soledad, con S de silencio, de un ruido sin ruido, de un estar sin estar estando conmigo mismo. La soledad de los ricos, hipoteca de los pobres. Un faro sin guardián, el guardián muerto en el río. Dejó de ver la luz. Soledad de soledades, metáfora de animales no sociales, sin adornos, con verdades. Soledad, amiga siempre fiel, la única que no falla, del derecho, del revés. Menos es nada. Dejé de sentir nada por nadie. Menos fue nada, el último fue nadie, la última fui yo. Violé las leyes de lo humano, de necesitar, de depender. Me quedé sola porque yo me lo busqué. Y logré sentirme bien conmigo misma. La soledad de algunos vivos envidia a la de los muertos. Blasfemia, perdonad a este guardián entre el centeno. Soledad, el entierro indigno de sentimientos, el renacimiento del ego, del ser entero. La soledad del filósofo, la creencia del ateo. Estarás acompañado al nacer y solo al morir. Soledad, veneno. Veneno y medicina, anfetaminas, la soledad es otro sedante, u

Fallo n-ésimo

En la vida todo es establecer prioridades, hacer elecciones, esperar los resultados. Unas veces son buenos, otras malos. No es cosa del destino, tu suerte la decides tú... ¡mentira! Y también verdad. Fallo n-ésimo. Espero que esta vez falle la inducción y no haya un n+1.

El anciano del jardín

La tarde se presentaba añil y lluviosa, por lo que no iba a ser necesario que esa noche el anciano regara su jardín. Su espalda encorvada se enderezó un poco agradecida, adhiriéndose al mohoso sillón granate que habitaba aquella sala, por lo demás escasamente ocupada. La chimenea expulsaba saliva de ceniza, y las gotas caían por la gruesa vidriera del ventanal del salón, limpiando una mugre que tenía tantos años como el propio cristal. El mobiliario era puntual, ciertamente pobre en cantidad, pero suntuoso y caro. Un lujo anticuado, quizá a la moda en la época en que se decorara la casa. Pero de aquello hacía muchos años y muchos inquilinos que no nos interesan, y ahora el hombre que allí vivía se limitaba a usar el comedor, un rincón de la cocina donde almacenaba la comida, y el baño de la primera planta. Había instalado su cama con dosel de terciopelo verde botella en una esquina del amplísimo salón, y la alargada mesa hacía las veces de escritorio y de comedero a su vez, donde, e

El jardín de los imposibles

El jardín de los imposibles está muy lejos de aquí y sólo se alcanza saltando del acantilado. Allí las lágrimas no escuecen y los pasteles no engordan, allí el chocolate seca los ojos sin aumentar la tripa. En el jardín de los imposibles no hay desamores ni palabras feas, allí simplemente no hay sentimientos. En el jardín de los imposibles serás la reina de tu propio reino sin un rey que haga posible que sufras. Por eso se llama el jardín de los imposibles, porque es imposible sentir nada; ni siquiera, sentir que sigues viva. Allí los dramas no se escenifican y las exageraciones duermen el letargo de los dragones, allí no hay lugar para el teatro ni para la actuación, es imposible mentir. También es imposible decir la verdad. Por eso, allí no sientes que estás viva, pero tampoco muerta. El jardín de los imposibles es el limbo perfecto para aquellos que se han cansado de vivir sufriendo, y prefieren esperar a la muerte sin notarlo, sin sentirlo, sin llorar. Si no eres capaz d

Acantilado

¿Qué va a pasar cuando ella ya no esté? Sin ser peces de ciudad, aunque reméis en góndolas de humo imaginarias. Sin ser dragones, sin ser supervivientes del naufragio, sin ser nada. Si no eres capaz de sobrevivir a la caída, no saltes. Y saltó.

Quiero un día intacto

Quiero huir como a veces huimos de nosotros mismos hacia otros.

Madrugadas en vela

Yo soplo el viento que empuja a esta vela de este barco de esta madrugada en la que me mantengo despierta navegando a la deriva. Yo soplo el aire que da fuerzas a esa vela que me mueve y me marea. Yo soplo a la vela que tira de las riendas de la nave de la noche. La vela, que naufraga. Y en el cajón un candil flotando en el océano.  Yo soplo el viento que empuja a esta vela a extinguir esta llama esta madrugada en que me mantiene despierta escribiendo a la deriva derivadas. Yo soplo el aire que fuerza a esa vela a extinguirse mareada. Yo soplo a la vela que es la luz que tira de la nave de la noche. La vela, que se apaga. Y en la mirada fuego y en sus fauces rabia. Madrugadas en vela. Madrugadas descompensadas, injustas, malogradas. Madrugadas de insomnio, de anorexia mental, de bulimia impersonal. Madrugadas de cera, de bombillas, de calor y de oscuridad. Madrugadas sinceras, malvadas, de suspiro letal. Madrugadas dispuestas a asesinar al más val

Alto y claro, pero sin gritar.

Imagen
Ideas. Eso nunca nos lo impondrán.

Ardientes

Ardientes los ojos llorosos, que no saben cómo olvidar. Vinagre ácido en las heridas, más y más supuras con sal. Cuando creyó que había llegado, volvió a sobrepasar el final. Que borre de una vez por todas la estela con las olas el mar. Que lo borre todo para siempre... Que lo borre, ardiente, el mar...

No es posible

que cruja tanto.

Carne de cañón (2)

Cantaba el silbato del teniente a cargo a primeras horas de la mañana, recordando más que avisando, de que tras tal sonido todos debían andar en pie y en posición de firmes, o de fingidos… más bien. El joven siempre se había preguntado sobre el peligro de llamar de tal modo, pues si bien los pulmones del déspota mandatario, carcomidos de alquitrán, no eran precisamente de trompetista profesional, el enemigo bien podría tener un oído más fino aún que sus navajas, y ser advertido de los movimientos matutinos de su pelotón. Pero día tras día, en esa sucesión no numerable de la que hacía gala la rutina, no sucedía nada imprevisto, y al ruido acudían todos en tropel, arrastrando un entusiasmo que no tenían, a escuchar los planes de la jornada. A veces aprovechaba el teniente para regañar, dígase cariñosamente, sobre ciertos comportamientos innobles que se derrochaban entre los soldados. Pero la mente de nuestro hombre apagaba su batería, negándose a llenarla de malos pensamientos

Carne de cañón (1)

La guerra puede ser muy humana y muy animal. En ella, entre las filas de combatientes, pululan como pájaros en el cielo distintos tipos de aves. El águila real, el jefe, el que mueve los hilos y despluma convenientemente a su pobre ejército del aire. Los rapaces, los altos cargos que roban del nido ajeno, intentando escapar a costa de amarrar a otros inocentes. Y los indefensos gorriones, los bastardos peones a las órdenes de una causa que quizá no consideran la suya, que trafican con sus sentimientos y emociones, haciéndolos transparentes para ahuyentar un dolor que sabe a miedo y a pólvora. En este campo de batalla sin nombre, porque al fin y al cabo todos son iguales, se había encontrado varias veces nuestro hombre, anciano ya. Ciudadano sin esperanza ni bandera, que como tantos otros sólo era soldado a sueldo de una patria: la vida. Y el sueldo bien podía ser el aire para respirar. La guerra le arrastró sin quererlo ni proponérselo. Su paradójica historia comienza como l

Carne de cañón (0).

Veía pasar la vida ante sus ojos y no podía hacer nada para detenerla. Un día y otro, un momento y dos más, cien instantes que pulsaban las agujas de un reloj que ahora contaba los segundos hacia atrás. No quería morirse, aún no. Era demasiado tarde para eso. ¿Qué molestias tenía que tomarse ahora la muerte para vencerle? Ya había demostrado que era capaz de resistir a bastantes improperios y calamidades. A demasiados. Pero ya no.

Finally!

Imagen
Leuven http://heverleuven.blogspot.com.es/

Carreteras secundarias

Un pozo sin fondo, vaciado de petróleo. Una mano que emerge ennegrecida de él. Un cadáver que se pudre en las tinieblas de lo hondo. Una estación sin letrero, sin destinos y sin ley. En los suburbios del desierto, donde muere el horizonte, las colinas serpentean grises sobre el atardecer. Allí ya no hay luz, no hay vida, no hay hombres. Los fantasmas habitan los túneles del ayer. Y de ese pasado feroz, queda un rastro mugriento, que envilece las luces de la antigua estación. La barra del bar está fría y helada, tiemblan los asientos, mueren los perros, las sirenas suenan al anochecer. Las luces de neón ya no brillan como antes, se apagó hasta la oscuridad; se la comieron los coyotes de las carreteras secundarias. En ese mundo cruel y sin colores, saco la mano por el pozo, que me quiere absorber. Saco la mano y la olisquea un lobo, saco la mano y me la enfría el viento, saco la mano y me intento sujetar al borde. Pero la mano me suelta a mí misma y empiezo a caer, caer, caer..