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Mostrando entradas de 2018

Cuando éramos jóvenes

¿Te acuerdas? De cuando la calle era un hogar y la noche una estación, y cualquier bar el mejor tren donde pasar las horas viendo pasar la vida que nos contábamos, la que aún estaba por venir y la que nos aterrorizaba. ¿Te acuerdas? De que cocinábamos cualquier cosa a las cuatro de la mañana, ateridos de alcohol en la cocina de alquiler del piso de alquiler que tocara ese año, borrachos de juventud, pero sobrios de nostalgia. ¿Te acuerdas? De las llaves cayéndose por la rendija del ascensor, la espalda contra la tierra y el techo un cielo de estrellas de noviembre, porque aún no hacía frío y jugábamos a dejarnos llevar. ¿Te acuerdas? Del miedo a que pasara el tiempo, a contemplar desde lejos cómo se precipitaba el año por un acantilado de cambios implacables, pero queríamos ser niños y cerrábamos los ojos. Te acuerdas. Del beso que nunca nos dimos y las palabras que se ahogaron en la garganta porque nadie quería escucharlas, aunque tintinearan en el...

El regreso (a la tercera va la vencida)

Ahora que me pierdo las auroras de Madrid y no suenan en las radios las canciones que te debo. Ahora que en los bares ya no crecen crisantemos, que regreso de muy lejos y no deshago el equipaje. Ismael Serrano El taxi huele a espuma de afeitar y a colonia barata. En la radio suena un éxito fatal de los noventa y el conductor le pisa incauto al acelerador. Seguro que tiene una cita cuando termine las carreras de la noche, pienso mientras observo su cuello enrojecido, iluminado por los faros de los coches. La carretera respira mojada; en este rincón del mundo parece que llovió. Mientras conduce, yo aún vuelo lejos de aquí. La semana cruzó como un relámpago, pero el calendario marcó a fuego meses. Que el avión llegara con retraso parecía un guiño a esa parte de mí que había dejado atrás. Aunque también había una nueva que volvía conmigo. A veces hay sensaciones que eligen quedarse con nosotros, viajar en nuestra maleta, no desgastarse con el lavado del tiempo. S...