Montañas
Las nubes claroscureaban en las laderas de las montañas
creando un juego alterno de luces,
pico iluminado, falda apagada.
Tu falda descendía hasta el pico virgen de tus tobillos
cuando apagábamos la luz,
y así encendíamos el cuarto.
Las cumbres salpicadas de nieve eran testigos mudos
de tus cálidos terrones de azúcar
cayendo en alud por el pecho.
En tu espalda seguían los claroscuros del sol de invierno,
una senda a través del bosque
donde perderse a soñar.
El camino se ensanchaba hasta llegar al valle húmedo,
y yo, sediento tras el viaje,
bebía el maná de tus labios.
Y por fin, en la gruta escondida y secreta de tu montaña,
nos uníamos al grito del viento
y verdecía de nuevo la vida.
Fuiste mi definición de paisaje, la savia latente en los árboles,
la madera de los pinos y a veces también sus agujas.
Fuiste el agua y la tierra, el aire y el hielo, naturaleza salvaje,
las hojas caídas y las flores preferidas por las abejas.
Fuiste el néctar más dulce y más amargo de sus panales,
la vereda más incierta y adictiva, fuiste el mejor sendero.
Por eso, cada paisaje me recuerda
inevitablemente a ti.
creando un juego alterno de luces,
pico iluminado, falda apagada.
Tu falda descendía hasta el pico virgen de tus tobillos
cuando apagábamos la luz,
y así encendíamos el cuarto.
Las cumbres salpicadas de nieve eran testigos mudos
de tus cálidos terrones de azúcar
cayendo en alud por el pecho.
En tu espalda seguían los claroscuros del sol de invierno,
una senda a través del bosque
donde perderse a soñar.
El camino se ensanchaba hasta llegar al valle húmedo,
y yo, sediento tras el viaje,
bebía el maná de tus labios.
Y por fin, en la gruta escondida y secreta de tu montaña,
nos uníamos al grito del viento
y verdecía de nuevo la vida.
Fuiste mi definición de paisaje, la savia latente en los árboles,
la madera de los pinos y a veces también sus agujas.
Fuiste el agua y la tierra, el aire y el hielo, naturaleza salvaje,
las hojas caídas y las flores preferidas por las abejas.
Fuiste el néctar más dulce y más amargo de sus panales,
la vereda más incierta y adictiva, fuiste el mejor sendero.
Por eso, cada paisaje me recuerda
inevitablemente a ti.
Y no es para menos...¡Que belleza! y esa fusión con la naturaleza te ha quedado realmente bonita...
ResponderEliminarBesos Patricia!! :)
Mil gracias Sofya :D me alegro de que te haya gustado, la naturaleza siempre inspira!
EliminarUn beso enorme :D
Patricia, has descrito a Mayrena :) La diferencia es que a Mayrena yo no solo le canto "has sido". Le canto "has sido, eres y serás". Es mi única fidelidad inquebrantable :) Besico, paisana.
ResponderEliminarQué envidia poder disponer de algo inquebrantable en la vida! Si Mayrena es así, normal tu fidelidad (y felicidad)) :D
EliminarGracia por leerme paisano, un beso grande al sol del domingo murciano!
Jo, que bonito Patri, que convergencia más bien traída.
ResponderEliminarSe me ha soltao hasta la lagrimita al leer eso del fuiste. Y es que de mayor, quiero escribir como tu.
Un beso.
Menudo piropazo gata :D :) :) como decía Sabina en una canción a su primo Serrat, yo de joven quisiera ser como él! :)
EliminarMe alegro de que te haya gustado, un besazo y gracias :D
Perfecto. :) Sencillamente perfecto.
ResponderEliminarCada uno podrá ver su paisaje real íntimo en tu poema.
Yo veo el mío.
Besos, poeta. :)
Eso es genial! Un folleto entero de los distintos paisajes y visiones que tenéis al leerme, gracias por hacerlo.
EliminarUn abrazo enorme Fran :)
A las buenas noches, Patricia. Pues en dudando estoy de cómo interpretar ese paisaje. Bien, si lo hago plan montañero, pues reconozco en el poema unas metáforas que casan perfectamente con lugares que conozco. Y si lo interpreto de la otra forma, EN TODAVÍA ME CASA MÁS, jajajajajaja...
ResponderEliminarUn besazo
A los buenos días Valaf, o buenos mediodías! Jajajaja está, para los más atrevidos, la posibilidad de tener ambos casamientos a la vez :P jajaja
EliminarGracias por pasarte, un abrazo!
Leer ese poema es como dejarse deslizar en forma de gota de rocío por las laderas más bellas del amor. Bellos paisajes nos esperan para descubrir nuevos caminos. Mil besos de azúcar para tus soles mañaneros, besos.
ResponderEliminarMenuda forma tan preciosa de describirlo Pedro, mil gracias, ojalá tú también disfrutes de bellísimos paisajes y te ilumine el sol con su reflejo en el mar más azul. Un abrazo enorme y muchos besos.
Eliminarbeautiful blog kisses andy
ResponderEliminarthank u :)
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