Por fin
Hoy ha sucedido, por fin.
Llevaba veintisiete años soñando contigo,
aguardando impaciente cada noche en vela
a que una musa con tu rostro cerrara mis ojos,
a que volvieras a poblar las avenidas de mis sueños,
a que pasearas con timidez por los recodos de mi mente.
Llevaba veintisiete años durmiendo sin ti a tu lado,
respirando a ciegas tu perfume entre mis sábanas,
saboreando tu saliva onírica entre el alba y el insomnio,
dejando que ahuyentaras mis pesadillas sin saberlo,
despertando entre sudores calientes que sólo me enfriaban.
Llevaba veintisiete años rozando una utopía,
tocando las teclas de ese piano que recorre tu espalda,
imaginando partituras juntando tus lunares de corchea,
fantaseando que tu cuerpo era la colcha y yo el invierno,
moldeando tus curvas a mi antojo cada noche en cada cuerpo.
Llevaba veintisiete años siendo un juntaletras
triste roto remendado desangrado enmascarado,
un preso encadenado al cielo con las alas extirpadas,
un poeta de nadie pero para todos que disparaba versos,
un náufrago que tiraba botellas vacías al mar de los sueños.
Llevaba veintisiete años sin suceder.
Y hoy, por fin, has sucedido.
Llevaba veintisiete años soñando contigo,
aguardando impaciente cada noche en vela
a que una musa con tu rostro cerrara mis ojos,
a que volvieras a poblar las avenidas de mis sueños,
a que pasearas con timidez por los recodos de mi mente.
Llevaba veintisiete años durmiendo sin ti a tu lado,
respirando a ciegas tu perfume entre mis sábanas,
saboreando tu saliva onírica entre el alba y el insomnio,
dejando que ahuyentaras mis pesadillas sin saberlo,
despertando entre sudores calientes que sólo me enfriaban.
Llevaba veintisiete años rozando una utopía,
tocando las teclas de ese piano que recorre tu espalda,
imaginando partituras juntando tus lunares de corchea,
fantaseando que tu cuerpo era la colcha y yo el invierno,
moldeando tus curvas a mi antojo cada noche en cada cuerpo.
Llevaba veintisiete años siendo un juntaletras
triste roto remendado desangrado enmascarado,
un preso encadenado al cielo con las alas extirpadas,
un poeta de nadie pero para todos que disparaba versos,
un náufrago que tiraba botellas vacías al mar de los sueños.
Llevaba veintisiete años sin suceder.
Y hoy, por fin, has sucedido.
En honor al juntaletras más sangrante que conozco.
Veintisiete años son pocos si por fin sucede.
ResponderEliminarY si se sabe expresar de esta forma tan tuya. :)
Besos ululando a la luna.
:) es un número x, cualquiera, al fin y al cabo lo importante es que suceda,no? :)
EliminarBesote enorme ululando de vuelta, lechuza insomne (a las 4 de la mañana!:O)