A dos grados bajo cero
"Ser adulto es estar solo".
Rousseau.
No es invierno aún, pero sí lo es, y la corriente de gente se apretuja por las calles anónimamente para transmitirse calor. Yo me quedo fuera, ausente, observando desde una esquina el remolino de alientos y vahos, de miradas que no se mantienen y de manos que no se dan. Se comparte el calor interesadamente, por eso nadie se siente culpable, porque todos son piezas de un mismo engranaje. Y se necesitan. Si miras hacia arriba se ve la atmósfera cargada y densa allí donde está reunida la muchedumbre.
En el resto de la ciudad, frío.
En el resto de la ciudad, culpabilidad y engranajes rotos.
Algo ha salido mal, la máquina del calor ha dejado de funcionar.
Por eso la gente se estrecha, se reúne, siguen mirándose sin ver pero están cerca, cada uno piensa en sus cosas pero son un colectivo. Yo no puedo formar parte de eso, estoy condenada al invierno.
Y lo acepto, no me importa. Ser adulto es aprender a estar solo. No quiero entrar en las terrazas cerradas con estufas de fuego y sentarme al lado de personas buenas, no quiero esperar en la cola del supermercado y quitar el turno a otros que tengan más prisa y más justicia, no quiero mirar en las plazas las luces que alumbran la noche ni oler las castañas asadas y calientes en la calle, no quiero dejarme arrastrar por las corrientes de aire y de gente; he perdido el derecho a todo eso, a formar parte del todo, de todos.
Ahora soy vagamunda, un narrador del cuento de invierno que se adelanta este año. Acabo de escribir el primer capítulo. Ojalá tenga final feliz. Las perdices sobreviven mal al frío.
Lo bueno del invierno es la promesa de primavera que contiene.
ResponderEliminarY ser adulto es aprender a acercarse al otro sin el interes infantil de tener alguien con quien jugar sino alguien a quien acompañar en su juego.
Y quien se queda fuera priva a los demás de su calor.
Y a la perdiz nival le encanta el frío.
...Y a ver si sube un poco el patritermómetro. ;)
Abrazote de oso (envolvente, con las dos patas frotando la espalda... y gruñiendo)
El patritermómetro está bajo cero y bajando incontrolablemente!! Pero a veces no es privar del calor Fram, es saber que es mejor así.
EliminarCada vez que me escribes estas cosas que tanto reconfortan doy gracias a la magia de internet que me hizo encontrar tu blog y a ti, gracias de corazón. Abrazo de vuelta con infinito cariño :)
Bienvenida al mundo de los vagamundos, ese mundo en el que a veces uno encuentra encuentros agradables. Como hoy. Las perdices sobreviven mal al frío, pero sobreviven :)
ResponderEliminarGracias Diego, y muy agradables, me entusiasma tu blog y lo que escribes. Bienvenido seas a mi humilde rincón.
EliminarGracias por la esperanza :)
Si ya lo sabes, si ya no eres parte del todo, sabes que no tendrás un final de perdices, pero sabes que tendrás tu final, el que tú quieras, porque eres adulta, nadie más te lo va a dibujar mejor.
ResponderEliminar; )
:) :) :) te mando un gracias lleno de significado, una cosa es saber y otra cosa es aceptarlo, estas sentencias ayudan a que vaya calando y a adoptar esa postura de ser adulto, y por tanto consecuentes. Gracias :)))
EliminarComparto tanto el contenido... ( "Algo ha salido mal, la máquina del calor ha dejado de funcionar")
ResponderEliminarHaces capaz (por lo menos a mí) de meterme en la muchedumbre que mira al móvil (hoy en día), muchedumbre de " miradas que no se mantienen y de manos que no se dan".
"Y se necesitan", y te atreves a decirlo (casi nadie lo hace).
"Si miras hacia arriba se ve la atmósfera cargada y densa allí donde está reunida la muchedumbre": es como el cuadro de la Transfiguración de Rafael pero a la inversa, es lo primero que me viene a la cabeza.
"En el resto de la ciudad...": dos versos que dan un toque de lírica para hacer bailar al lector, pero no son versos vacíos en absoluto.
Y luego un párrafo en el que ya no aguantas más y te empiezas a revelar. El lector se va contigo.
Y luego la explosión del párrafo penúltimo en el que sobran los comentarios. El lector grita contigo.
Y el cambio al relax y análisis del último párrafo... el contraste puro.
Identificar el miedo con una perdiz es una talentosidad fuerte ;-)
Solo me reitero en que ser adulto no es estar solo: es amar mejor (ir creciendo y queriendo crecer en el amor). Estar solo puede ser una parte, pero se acaba seguro, y el amor no tiene fin.
Hay que prometerse mirar a la cara en vez de al móvil si tienes la cara delante. Hay que mirar a la cara al que te necestia. Hay que hacerlo. El cambio empieza por nosotros, por todos.
Muy bueno. Sigo aplaudiendo pegado al radiador :-P
PD: no estás condenada al invierno...¡¡¡SONRÍE!!!
Nada más entrar le he dado a "Cuentos de invierno", que mejor momento no?
ResponderEliminarMe ha recordado a un micro que leí hace varios meses y ya no sé ni donde; en cualquier caso estoy seguro de que sobrevivirá a todo, al frío, a los coches, a la gente que va y viene sin mirar alrededor...
Un abrazo!
Grcias por la visita y por leerme :) La verdad es que los cuentos me surgen y no dependen necesariamente de la estación en la que esté, la temperatura va por dentro.
EliminarEspero como dices que sobreviva, recojo tus esperanzas y las añado. Un abrazo!