A veces

A veces pienso que comienzo demasiadas veces con un ‘a veces’ los escritos, y también creo que estoy haciendo de la escritura mi propio retrato de Dorian Gray.
Así pues, Patricia Gray se pronuncia, blasfema, y exclama, en una calle londinense tétrica y maloliente, que siente un odio visceral, así y con todas las letras del abecedario. Bueno, en concreto con sólo nueve, pero el sentimiento es igual de intenso.
Oh, el Londres sombrío de época es sólo mi habitación mal iluminada. Que decepción. Pues bueno, otra más, ¿queda sitio en el baúl de las pantallas de televisión rotas? Porque es ver el mismo canal una y otra vez, hasta que el mando de la tele se acaba rompiendo, porque por más que cambias de cadena, el programa sigue, y sigue, y sigue y tu vida es la misma, la misma, la misma… Y de nuevo el mismo presentador de la sonrisa perfecta y las comisuras temblorosas, con varios kilos de más de agua de colonia barata en las solapas de la usadísima chaqueta. Y con kilos de más en la conciencia también, de esos que pesan hasta hacer estragos.

Y dijo Shakespeare: “En nuestros locos intentos, renunciamos a lo que somos por lo que esperamos ser.”
Pero yo a estas alturas de mis derrumbes metafísicos, en un desintento nada loco, he renunciado a lo que espero ser por lo que me dicen que sea.

Comentarios

  1. Yo suelo usar mucho la palabrá "quizás" tal vez porque tardo en cambiar de opinión lo que el segundero del reloj tarda en avanzar.

    Te diría: No hagas lo que los demás quieren, haz lo que tú quieres, pero sería un hipócrita de mierda porque en realidad yo vivo más la vida pensando en lo que los demás dicen que sea que en lo que yo quiero ser. Aún así no pierdo las esperanzas de que cuando menos se lo esperen me giraré en medio del escenario, haré un corte de mangas y saldré en la dirección contraria a la que los demás esperaban. De todas formas esta entrada es del 2011 y seguramente has progresado mucho en tus pensamientos, pero llámame iluso, hay cosas en las que uno piensa y pensará toda su vida.

    A veces siento que la vida es un teatro pero ¿sabes? lo bueno de los teatros es que se pueden cambiar los escenarios, los personajes y las historias.

    Salud y abrazos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Aunque esta entrada es bastante patética, me alegra que hayas caído en ella y que ahora pueda leer ese consejo/consuelo. (Yo también soy mucho de aconsejar cosas que yo misma no hago y nunca predico con el ejemplo).
      Es de 2011 pero sigo metida en la misma función del mismo teatro, resignada, esperando a que se acabe el guión y ya está, ya queda menos. Espero poder cambiar de historia pronto. Y espero que tú te decidas pronto a hacer el corte de mangas, y lo grabes :D eso sí es algo que seguro te gustaría leer años después.

      Parece que somos un poco un par de perdedores o de pesimistas o yo que sé jaja.
      Abrazos y gracias :)

      Eliminar
    2. Nah, de perdedores nada, pensativos y reflexivos y con mucho flow (que dirían los raperos).

      Seguro que pronto podrás cambiar de historia, no te preocupes que me llevaré la cámara jejejeje ;-)

      Eliminar

Publicar un comentario